Calabria Van Life Tour – Episodio 2 – Palmi
Después de la breve parada en Scilla, me dirigí hacia el norte, a lo largo de la costa, y llegué a Bagnara Calabra. Desafortunadamente, el clima no me ayudó y al día siguiente fue completamente lluvioso. Además, no pasé una noche muy tranquila: algunos adolescentes mantuvieron la música del autorradio a todo volumen y tocaron repetidamente el claxon hasta las 3 de la mañana. Pero no se puede quejar uno: estar en van life libre es también esto, hay que aceptar lo que venga y si no está bien, se pone en marcha y se cambia de lugar. Me pregunto, sin embargo, por qué los inquilinos de las viviendas junto al estacionamiento no se quejaron: ¡porque yo tengo la casa que se mueve, pero ellos no! En cualquier caso, después de una noche no tan tranquila y viendo que al día siguiente se llevaría a cabo el mercado semanal en ese estacionamiento, me trasladé más al norte, volviendo a la autopista y dirigirme a Palmi.
El estacionamiento estaba completamente aislado del pueblo y había un extraño movimiento de autos que se escondían cerca de una casa.
Primero fui a un estacionamiento señalado en las aplicaciones de los camperistas, pero estaba completamente aislado del pueblo y había un movimiento extraño de autos que se escondían cerca de una casa. No me gustó, así que me trasladé a una zona residencial, que suelo preferir para pasar las noches (no me gusta quedarme aislado). La noche transcurrió muy tranquila, esperaba algo de ruido a la mañana siguiente, pero todo fue muy tranquilo.
¿Será que estoy siendo vigilado?
Sin embargo, durante el día noté un Panda estacionado al lado del camper con un anciano dentro. Después de algunas horas, el auto seguía allí, con el mismo señor dentro: a veces jugaba con el teléfono, otras veces no hacía absolutamente nada. ¿Estará esperando a alguien? Sin embargo, incluso horas después, nunca salió del auto, y solo por la tarde se movió. Dado el pésimo clima (lluvia incesante), decidí quedarme quieto también al día siguiente. ¡Sorpresa! Me encontré con el mismo auto estacionado siempre al lado de mi camper, esta vez desde las 8 de la mañana hasta las 6 de la tarde, con una señora dentro. ¿Será que estoy siendo vigilado? ¿Qué hace un autocaravana poco común en una zona residencial no turística en febrero?
Tuve la confirmación al día siguiente cuando (finalmente) el tiempo mejoró y me dirigí hacia Sant’Elia, una cima cerca de Palmi desde donde se puede disfrutar de una vista impresionante. En la subida hacia la cima, me crucé con dos furgonetas (a unos minutos de diferencia) y las personas dentro me saludaron primero con el claxon y luego con la mano, sonriendo. ¡Creo que todos ya sabían de mí!
Pasé todo el día en Sant’Elia, ¡era demasiado hermoso! También conocida como «Balcón sobre el Tirreno», desde aquí se tiene una de las vistas más bellas de toda Calabria: de hecho, se pueden ver 2 volcanes, Etna y Stromboli, la punta noreste de Sicilia (Capo Peloro, Capo Milazzo y más allá) y gran parte de la Costa Viola calabresa. Y hacia el norte, la vista de toda la llanura de Gioia Tauro, con su puerto. ¡Espléndido! Y el atardecer sobre el Etna, con la vista del estrecho de Mesina, fue algo impresionante, maravilloso. Esta es una de esas experiencias mágicas por las que hago van life.
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